Confesiones de una santa Teresa contemporánea
Manuel Sosa Alonso
El éxito cosechado por Lectura fácil (Premio Herralde 2018 y Premio Nacional de Narrativa 2019) ha llevado a Anagrama a reeditar las dos primeras novelas de Cristina Morales (Granada, 1985), una de las plumas más inspiradoras y polémicas de la narrativa actual. Se trata de Los combatientes y de Malas palabras, título con que la editorial Lumen revistió en contra del criterio de su autora las portadas de la misma obra que hoy llega a las librerías como Introducción a Teresa de Jesús. La nota a esta edición firmada por la propia Morales bendice este segundo título y deja claro que, aunque se trató de una obra de encargo coincidente con el cuarto aniversario del nacimiento de la santa, ella saca pecho de su novela al mismo tiempo que denuesta su germen editorial y el funcionamiento de esta industria. La validez de estos juicios no enturbia la grosería de unas líneas que no aportan nada a la lectura y que incluso pueden disuadir a más de uno de sumergirse en ella. Por fortuna, el bello y erudito prólogo de Juan Bonilla —nombre con el que luego Morales juega— tiene el efecto contrario.
De entre las muchas Teresas de Jesús que pudieran ser, la autora explora la mujer, la reformadora y, sobre todo, la escritora. Se mete en los intersticios del personaje histórico y mítico español para llenar estos vacíos con una Teresa íntima, rebelde y ficticia en la que precisamente la ficción cobra un gran protagonismo. Morales le arrebata la voz a la mística y desde una voz contemporánea construye una breve autobiografía bajo la forma de unas confesiones escritas. El texto es, de esta mantera, el cumplimiento de la tarea encomendada por el confesor de santa Teresa de dejar por escrito su vida y sus pecados, y se basa en la alternancia de pasajes sobre su infancia, sus proyectos de reforma religiosa y la propia naturaleza de su ficción. Hay, por tanto, un paralelismo interesante entre el encargo que recibió Morales de redactar este libro y el de su personaje, y que se resuelve a través de lo fingido, de darle al confesor lo que quiere oír, podríamos decir también al editor, y es precisamente ahí donde la robustez personal es mayor (“cuando escribo “soy Teresa de Jesús y aquí estoy intentando no ser yo”, es cuando más Teresa de Jesús soy”) . El ejercicio de la escritura y también de la lectura es concebido como la principal forma de liberación ante la dominación masculina percibida en distintos aspectos como el sexo, el embarazo, la maternidad y las relaciones en el seno de la Iglesia.
Pese a toda esta riqueza, la novela adolece de la falta de un argumento firme que la estructure. Hay retazos de ello en los avances reformistas de Teresa en la Orden del Carmen y en una historia de amor juvenil graciosamente descrita como los aventis de los niños de Si te dicen que caí de Marsé, pero nada más. De hecho, solo la brevedad del libro y el estilo elegante y certero de Cristina Morales sostienen una lectura donde continuamente se barajan las posibilidades narrativas perdidas que la vida de santa Teresa pudiera suscitar, especialmente la mística. Por tanto, no es esta una obra fallida, pero sí una obra menor. La dirección adecuada para iniciarse en la literatura de esta escritora sigue siendo Lectura fácil.
Introducción a Teresa de Jesús
Cristina Morales
Anagrama, 2020
184 páginas, 17,90 €