Miserere es una novela que usa y abusa del género negro. ¿Por qué lo usa? Porque el cadáver que aparece en las primeras páginas y la resolución de sus misterios sirven de excusa a la narración y descripción de un Madrid sórdido cruel.
De tanto contemplar la vida de los demás, un hombre halla la oportunidad de disponer de una de ellas. El juego o el dilema entre la honestidad y la pasión, entre quien es y quien desea ser, sucede en una escalera bajo los acordes de un violoncelo.
Dice Borges que la amistad no es menos misteriosa que el amor o cualquiera de las otras faces de esta confusión que es la vida. Arrastradas por esa confusión, dos mujeres se anclan a la amistad para sobrevivir a Madrid, la soledad y la maternidad frustrada.
...ha cosechado varios premios, no puede ser más adictiva. Tres personajes conviven en un sórdido Madrid de corrupción y droga, de lujo y violencia... Un juez que levanta el cuerpo de una mujer fallecida...
Esta novela, entre negra, negrísima, policíaca y thriller, es diferente. Por su elevada carga literaria. Es intensa. Con una prosa profunda y trabajada. Habla, de otra manera, alejada de los estereotipos, de los bajos fondos, de las miserias humanas, del dolor y de la codicia.
Pocas veces me verán recomendar con tanto entusiasmo: estamos ante una novela, Miserere, de premio(s) y un autor, Manuel Sosa, que en nada sonará con fuerza en todos los eventos negros.
Decía Philip Roth que las tiranías mandan a los escritores a los campos de concentración y las democracias a los platós de televisión. Yo añadiría que también a la Red. En el mundo tan líquido de Twitter y la información instantánea, he decidido crear esta web sabiendo que narrativa e Internet no se pueden llevar bien: se mueven en el pequeño espacio entre la experiencia privada y el contexto público y, sobre todo, se dedican a elaborar ficciones.